Uno…

 

 

Acercándote a mí,

acercándote…

Acercando tu cuerpo

hasta tocar tu alma,

y una vez allí llegada,

fundir la tuya en la mía

sin saber si es a ti

o a mí a quien toco,

sí… así de cerca, mi vida.

 

Acercándome a tus labios,

acercándome

Me acerco hasta inhalar tu aliento

y sentir su caricia,

hasta haber llenado de ti

mis pulmones

sabiendo que de respirarte

depende que viva.

 

Acercándote a mi cuerpo,

acercándome al tuyo…

Dejando que mis manos

te dibujen en caricias;

tentando tus latidos

con mi corazón alado,

en pálpito sublime

escalando hasta la cima.

 

Acercándote, acercándome

Contemplándote, mostrándome

Entregándome, tomándote

Dándome, poseyéndote

Susurrándote, suspirándome

Consumiéndome, devorándote

Inhalándote, exhalándome

Sin freno, sin reparos,

sin miedos, vida mía

Mezclando el amor puro

con el crudo deseo

en ahogados jadeos,

en tiernas caricias.

 

Acercándonos,

mientras se entrelazan los cuerpos;

mientras se funden las almas

volviéndonos llama viva,

sin poder respirar

por el intenso galope

que palmo a palmo aumenta

y que en la piel palpita…

Transmutando la vida de este recipiente

sediento de la dulzura

de tu miel diluida.

 

Unidos los cuerpos, enredados

cuando vamos en picada, en libre caída…

Cuando ya sólo quedan los últimos temblores

y las almas, saciadas, a los ojos se miran.

 

Acercándote y acercándome.

Abrazados.

Entregados.

Convertidos en uno.

En amor dados, mi vida.

 

 

© Mark Arian

© Mark Arian

About Ella Milmundos

Hay quien escribe por gusto... Yo escribo por necesidad. Escribir es mi desahogo; escribiendo le doy rienda suelta a mi alma, para que vuele y se revele... Entre letras, palabras e imágenes me siento en paz. Mas debo decir que, si bien escribo primariamente para dejar salir mis sentimientos, también escribo por la responsabilidad de ponerle palabras a los sentimientos de muchas otras personas... Mi espíritu entiende que estos sentimientos, aunque son míos, también son propiedad de un alma colectiva que se busca a sí misma en mí y en todos. Por todas esas personas que no saben cómo expresasr lo que sienten, lo que calladamente llevan dentro, existen montones de poetas locos, como yo, que cantan su verdad de tantas y tan variadas maneras como diversa es la realidad humana. Sí. Soy una mujer. Pero más allá de cualquier limitación de género, soy lo mismo que tú: un Ser Humano. Es por eso que te digo que soy yo, pero también soy muchos y muchas. Soy todos y todas. Soy yo y soy tú. Y hoy abro este espacio para que lo compartamos. Si lo que aquí escribo, de alguna manera encuentra eco en ti, anímate y compártelo... Ya verás que no hay soledad cuando de contar sentimientos se trata.
Esta entrada fue publicada en Amor, Hombre/Mujer, Poema. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario